sábado, 31 de diciembre de 2011
Castilla no puede ser el basurero nuclear del Estado Español
El Consejo de Ministros de hoy ha
decidido instalar en la localidad conquense de Villar de Cañas el
cementerio de residuos nucleares, conocido por el nombre de A.T.C.
(almacén temporal centralizado de residuos radiactivos).
Lo que realmente se va a ubicar en Villar
de Cañas, si la lucha popular no lo impide, es un almacén de residuos
nucleares de media y alta radiación, al que irán a parar todos los
residuos de las diversas centrales nucleares del Estado Español, los
residuos de origen español almacenados en Francia y probablemente los
provenientes de otros países europeos.
El carácter de ''temporalidad'', es
simplemente una falsedad. No se invierten cientos de millones de euros,
dicen que hasta setecientos, para construir un almacén de carácter
provisional. Obviamente el ATC va a tener un carácter indefinido.
Los riesgos de la energía nuclear han
quedado en evidencia en numerosas ocasiones a lo largo de estos años y
se han puesto de manifiesto de una forma especialmente trágica hace muy
pocos meses en Fukushima. Las consecuencias de ese gravísimo accidente,
desde todos los puntos de vista, económicos, ecológicos, sociales, para
la salud pública..., están aún sin evaluar pero parece obvio que son de
un carácter tan grave como para que se dé por finalizada cualquier
aventura de avance en la nuclearización.
El gobierno alemán así lo entendió,
decidiendo no sólo paralizar cualquier nuevo proyecto nuclear, si no
poniendo en marcha un programa de desmantelamiento de las centrales
nucleares actualmente en funcionamiento.
El gobierno español, en este caso del PP,
como es habitual, recoge lo peor de cada sitio y parece que están
decididos a dar un impulso a la energía nuclear en este Estado.
Además del impulso a la construcción de
la ATC, están filtrando la posibilidad de que la central de Garoña siga
en funcionamiento más allá del año 2013, en el que estaba previsto su
paralización.
A pesar de que Castilla es un país
excedentario en producción de energía ha sido siempre un lugar preferido
por parte del Estado Español para la ubicación de infraestructuras
relacionadas con la industria nuclear, ahora nos toca el cementerio de
residuos nucleares.
La decisión de el gobierno del PP nos
parece un gravísimo atentado a Castilla, a su territorio y a sus gentes.
Desde el movimiento comunero haremos todo lo que esté en nuestras manos
para impedir que el ATC se construya en esta tierra.
Castilla a 30 de diciembre de 2011
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