miércoles, 13 de octubre de 2010
¿Generación Ni-Ni?
En vistas de cómo se ha
puesto de moda últimamente el término “generación ni-ni”, a
raíz del programa de televisión del mismo nombre, no podemos evadir
reflexionar al respecto. Para aquellas personas que tengan la sana
costumbre de no ver la caja tonta, cabe explicar que éste es un chou
televisivo donde se intenta reeducar a una panda de jóvenes
energúmenos que, hablando en plata, no saben ni hacerse un huevo
frito, todo ello acompañado por los consejos de un séquito de
“profesionales” de dudosa categoría.
Tras contemplar este
programa y vista la generalización de este término realizada por
los diferentes medios de comunicación, me gustaría dar mi opinión
como joven que soy. Según mi parecer, hace tiempo que desde los
medios se está realizando una campaña de descrédito y difamación
contra la juventud, intentando dar la impresión de que solamente
somos unos vagos parásitos que vivimos de nuestros padres y madres y
que no sabemos hacer la “o” con un canuto. Pero para las personas
que pertenecemos a esta gran mayoría de jóvenes que a duras penas
nos hemos conseguido emancipar o que no podemos ni hacerlo, que
alternamos trabajos basura con estudios a los que cada vez es más
difícil acceder, que también intentamos implicarnos en proyectos
sociales y políticos, y en definitiva, construirnos nuestra propia
vida, es normal que ver todo esto por la televisión nos parezca un
insulto directo y una deformación de la realidad.
Habrá quien diga, ¿y
con qué malvadas intenciones se iba a criminalizar de esta manera a
la juventud? Pues muy fácil, en primer lugar porque la televisión
ayuda a la reproducción de comportamientos, con lo que se provoca
que la gente joven que ve estos programas interiorice y vea como
normales estos prototipos juveniles para acabar imitándolos, y ya se
sabe que no hay nada que pueda interesar más al poder que una
juventud inculta, individualista y hedonista. En segundo lugar, la
difamación sobre la juventud afianza la brecha existente entre
generaciones, con lo que los adultos intentarán ampliar aún más la
presión sobre nosotras y verán bien toda iniciativa dirigida a
“enderezarnos”, incluso cuando éstas lleguen a límites
violentos, como la presencia de policías en el interior de los
institutos públicos de la provincia de Madrid.
Con este panorama, la
juventud, que no hay que olvidarlo, somos el futuro de nuestro
pueblo, no podemos hacer otra cosa que sentirnos desamparadas ante la
que nos viene encima. Ante nosotras nos encontramos con un presente
marcado por unas condiciones desastrosas a nivel de derechos
laborales y sociales, un sistema educativo en vías de privatización,
una escasez de recursos culturales (Vicálvaro: pueblo sin
biblioteca) y de ocio sano, la imposibilidad de acceso a una
vivienda, y un largo etcétera. A estos problemas le tenemos que
sumar ahora el descrédito de los medios y un desprecio por parte de
las generaciones adultas, las cuales sí que podríamos calificar de
“generaciones ni-ni” ya que hace tiempo que NI protestan NI
luchan por un mundo mejor y mientras tanto nos miran como
delincuentes son incapaces de afrontar que gracias a los treinta años
de desmovilización social y sindical que nos preceden nos dejan a la
juventud una situación precaria como no habíamos vivido desde
inicios del régimen monárquico. Por lo tanto, pido a los adultos de
la “generación ni-ni”, que por favor no nos prejuzguen y no nos
dejen solos de nuevo ante el futuro que debemos construir entre todos
y todas.
Etiquetas: Opiniones
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