Que en Valladolid gozamos de un auténtico sinvergüenza como alcalde
es algo en lo que pocas personas son capaces de disentir, incluídos sus
amigos "populares" de otras ciudades. Lo de este tipo no tiene nombre;
falangista reconvertido en demócrata de toda la vida, se dedica a dar carnés a los demás de lo que él ni es ni ha sido nunca. En sus palabras; "lecciones de democracia acepto, pero de comunistas, ninguna".
La última, como tod@s sabemos, han sido las declaraciones hechas sobre Leire Pajín.
Ningún respeto político tenemos hacia Pajín, ninguna sintonía o
afinidad con ella. Eso no importa en absoluto, lo que aquí queda de
manifiesto es que el verdadero ser que habita dentro del alcalde es el mismo que el franquista de hace 40 años.
Su profundo catolicismo que le impide casar a homosexuales no le
cohibe a la hora de pensar "siempre en lo mismo" (sic) "cuando ve los
morritos" de la ministra. No queremos ni pensar a que se dedicaría o
qué pensaría éste señor cuando ejercía su profesión de ginecólogo y
atendía a mujeres en consulta; bueno, cómo sentenciaría él, lo pensamos pero mejor no lo decimos aquí.
Después de la última gran aparición mediática de nuestro querido León de la Riva, ni siquiera sus compañeros/as de partido sabían donde meterse. Telefonazo desde Génova Nº 13 para que se disculpase y rectificación-churro del alcalde: "me recuerda a un personaje de los dibujos animados". Por muy buena que hubiera sido la disculpa (tampoco se la trabajó demasiado) el mal ya estaba hecho, y su retrógrado machismo estaba una vez más en evidencia; también en su "disculpa" queda patente que valora a la gente por su aspecto físico, lo cuál dice mucho de su capacidad intelectual para ejercer en política. El barón popular le ha salido rebelde al partido, y éstos no sabían muy bien si condenarle o excusarle. Al fin y al cabo, de la Riva sigue arrasando con mayorías absolutas y no debía antojarse muy buena la idea de degradar la imágen pública de uno de los pesos pesados de la Comunidad Autónoma.
Si bien el término "Fachadolid" se acuña en otros momentos históricos y debido a una serie de atentados de la extrema derecha en nuestra ciudad, con un representante público como este jamás nos quitaremos el sambenito que tenemos. Es una vergüenza que vayamos donde vayamos l@s vallisoletan@s, la gente nos recuerde por las estupideces de León de la Riva. Una fama inmerecida de la que tardaremos en desprendernos; pero haremos todo lo posible para que sea más pronto que tarde.
¡Fuera caciques y machistas de Castilla! León de la Riva, ¡vete ya!
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