lunes, 4 de abril de 2011

Trabajadores del Parque de Valdebernardo rebelados

Los 31 empleados de esta zona verde aseguran que los métodos y recortes anunciados por la nueva empresa adjudicataria podrían ocasionar graves deficiencias.
 
El Parque de Valdebernardo vuelve a ser noticia. Sus trabajadores están en pie de guerra desde que el pasado 1 de marzo cambiara la empresa encargada de las labores de mantenimiento y conservación de esta zona verde. Ase-guran que los nuevos adjudicatarios tienen la intención de suprimir la seguridad del turno de mañana, y les acusan de estar incumpliendo el pliego de condiciones impuesto por la Comunidad de Madrid, así como el convenio de los trabajadores. “No nos han dado ni uniformes, la maquinaria con la que trabajamos es antigua, los métodos empleados no son muy ecológicos y creemos que van a empezar a tocarnos los sueldos y los horarios”, asegura uno de los afectados.

El mayor temor de la plantilla del parque son los despidos. Actualmente 31 personas trabajan en esta zona verde, una de las más grandes de Madrid, entre jardineros, técnicos y personal de seguridad. Una plantilla escasa, según aseguran, para mantener en condiciones óptimas sus 100 hectáreas. “Los usuarios se quejan de que el parque está mal conservado, pero hacemos lo que podemos para las manos que somos”, comentan. Los trabajadores temen que, con los recortes anunciados por esta nueva empresa, la situación empeore aún más. Y es que, hay labores que tienen que em-pezar a desempeñar y para las que ni siquiera están formados, como por ejemplo, la limpieza y conservación del agua de los distintos estanques.

Muchos de ellos llevan trabajando en el parque desde su apertura y reclaman ayuda para que este pulmón verde del distrito no se eche a perder. El pasado 18 de marzo realizaron una pegada de carteles informativa, pues quieren que los vecinos apoyen sus reivindicaciones, por el bien del parque. Por eso, les invitan a reclamar. El siguiente paso será denunciar. Cualquier cosa con tal de salvar el parque, “pues vemos que se va al garete y que no se ponen medios ni soluciones para evitarlo”.

Extraído del periódico El Distrito

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